Es un templo de estilo Barroco-Neoclásico, construido entre los años 1774 y 1778 por el Arquitecto Don Miguel de Francia Guillén, bajo el episcopado de Don José Tormo y Juliá. Fue cimentado sobre las bases de la anterior iglesia y primitiva mezquita árabe y desde sus comienzos dedicado a la advocación de San Juan Bautista con la categoría de primer ascenso y altar privilegiado, siendo en 1597 convertido en parroquia.
La advocación en honor a San Juan Bautista se debe presumiblemente al señor de Cox, Juan Ruiz Dávalos que quiso perpetuar su onomástica en esta iglesia. Así mismo la plaza de San Juan debe su nombre a este santo patrón.
La solidez de esta iglesia quedó patente con el espantoso terremoto del 12 de marzo de 1829, que no le hizo el menor daño.
Pocos municipios alcanzan una simbiosis tan profunda con su patrona. El pueblo entero piensa y vive por su virgen y lleva su imagen metida en las entrañas. Por circunstancias históricas y religiosas Ella se ha convertido en el mayor signo de identidad de la localidad. La Virgen del Carmen de Cox, nombre pronunciado con tanto amor y reverencia por generaciones de fieles que desde tiempo inmemorial han encontrado en sus ojos "indulgentes y misericordiosos" el milagro, la gracia o la salud de cuerpo y alma.
Cada mes de julio, miles de peregrinos llegan par postrarse ante su altar. Por veredas y caminos de la huerta, caminan en muchas ocasiones descalzos para rezar a esta imagen bendita. El convento se impregna de bullicio y la alegría compartida de estar un año más junto a la patrona de Cox, una de las Vírgenes más populares de la Vega Baja. Y el la noche del 16 de Julio, su procesión convoca a miles de personas que de padres a hijos no faltan a esta cita anual.
El documento denominado "Memorando" recoge la cesión de una imagen de la Virgen del Carmen por parte del Sr. De Cox. En acto de gracia firmado el 14 de Julio de 1504, D. Juan Ruiz Dávalos registró el texto siguiente "…yo señor del Lugar de Cox y su término, le hago donación y le hago la gracia a los hijos de dicho mi lugar de la ingaes de Nuestra Señora del Carmen, a vos mis hijos de Cox por el cariño y afecto que os profeso". Apartide de este momento, esta advocación de María irrumpe con fuerza en la población aunque es con la implantación del Convento Carmelita en 1611 cuando la Virgen del Carmen empieza a aparecer como la fiesta mayor de la localidad.
En el siglo XIX la Virgen del Carmen de Cox, su exquisita figura, su porte elegantísimo, su tremenda mirada y sus innumerables milagros y prodigios gozan ya de fama en toda la comarca. El día 13 de Abril de 1877 tiene lugar la fundación de la Cofradía del Carmen. En los anales de esta Cofradía, que aún hoy perdura, encontramos el testimonio de cuán grande fue su fama sobre todo en el libro que guarda la relación o "listado de cofrades forasteros" donde aparecen devotos de todos los pueblos de la huerta, del campo y de otros lugares de España. La Virgen del Carmen de Cox es, posiblemente, desde mediados de este siglo, patrona de Cox, aunque esa confirmación la encontraremos años más tarde con las celebraciones del IV Centenario de 1904. con la celebraciones del que se llamó "año centenar" la Virgen del Carmen se convierte en la Patrona oficial y pasa a ocupar el camarín del Altar Mayor del Convento.
En el año 1953 la Virgen del Carmen recibe la más alta distinción que la Iglesia concede a las imágenes de María. Imágenes en las que concurren las circunstancias de una remota antigüedad realzada por los prodigios y rodeada de culto de largas generaciones. Así, el 16 de Julio de 1953, la patrona de Cox es coronada canónicamente por el Obispo de Orihuela Excmo y Rvdmo. Sr. D. José García Goldáraz.
En sus cinco siglos de historia varias han sido las representaciones iconográficas de la Virgen del Carmen hasta llegar a la bellísima talla actual, obra del escultor José Sánchez Lozano. Tallada en un tronco macizo se verifica la leyenda que acompañaba a la imagen que versaba del naufragio de un barco cuyo mástil sirvió para que un pescador no muriese ahogado. En agradecimiento a la Virgen, este lo entrego al escultor para hacer de él una efigie de la patrona del mar.
El día 1 de enero de 2004 se inauguraron los actos del V centenario de la devoción a la Virgen del Carmen por cuyo grandioso acontecimiento ha sido nombrada alcaldesa Honoraria y Perpetua de Cox, ante el clamor de un pueblo que de generación en generación, le sigue rindiendo tributo como patona y madre.
Se corresponde con el templo que edificaron los Carmelitas Descalzos al establecerse en un convento de esta orden. Derribada la pequeña ermita medieval en honor a Ntra. Sra. de las Virtudes por los frailes Carmelitas Descalzos al fundar el convento el 25 de octubre de 1611, se alzó este santuario como casa de oración de la naciente comunidad que funcionó por espacio de más de dos siglos, hasta que por decreto del gobierno de Mendizábal en las desamortizaciones de bienes eclesiásticos durante el siglo XIX, el convento quedó extinguido. Concurriendo la señora marquesa del lugar de Cox a las subastas de los bienes de los Carmelitas, tratando de evitar su desaparición, consiguió recuperar para el pueblo este santuario, y con este gesto desprendido hizo posible que los hijos de Cox pudieran conservar las fiestas y ferias en honor a Ntra. Sra. Del Carmen, que tanto nos enorgullecen.
Situado a las afueras del lugar, hoy centro urbano y junto al Camino Real, se levanta el Convento de Cox. Cuatro siglos entre nosotros convierten este emblemático edificio en el corazón religioso del pueblo, crisol de leyendas, anécdotas y emociones.
Su suelo, es sin duda, suelo sagrado, pues en ese mismo lugar según una antigua leyenda se produjo la aparición y hallazgo de la primitiva patrona de Cox, María Santísima de las Virtudes. Allí en un extenso olivar, se levantó la antigua ermita medieval que servía para dar culto a esta advocación, una de las más antiguas de la diócesis. Fue durante siglos centro de peregrinación para los cristianos de entonces, que en popular romería acudían a rezar ante esta soberana imagen. Esta vieja ermita sería años más tarde el escenario par la fundación de nuestro Convento de Carmelitas Descalzos.
El principal monumento que conserva Cox es el castillo de Santa Bárbara, de origen musulmán, declarado como uno de los más antiguos de la Comunidad Valenciana y de España que actualmente se encuentra restaurado. El castillo de Cox se sitúa sobre la cima de un monte de unos 80 metros de altura, el cual, gracias al corte producido para el paso de la antigua carretera Nacional Alicante-Murcia, forma una pequeña isla en una estribación al noreste de la Sierra de Callosa, presidiendo la población.
El Castillo de Cox, recientemente restaurado, es una maciza mole de mampostería sin matacanes ni almenas. Consta del recinto amurallado y palacio de planta poligonal. Junto al palacio hay una ermita y se accede al conjunto, que esta en la cima de una pequeña elevación por un Vía Crucis. Desde el castillo, las visitas sobre la Vega y el núcleo urbano de Cox son especialmente atractivas al atardecer.
El castillo de Cox se sitúa sobre la cima de un monte de unos 80 metros de altura, el cual, gracias al corte producido para el paso de la antigua carretera Alicante-Murcia, forma una pequeña isla en una estribación al noreste de la Sierra de Callosa, presidiendo la población. Ofrece una hermosa vista de la Vega Baja del Segura, y en sus laderas y cima se han hallado restos arqueológicos de todas las culturas sin interrupción desde el Bronce hasta hoy, con especial presencia ibérica, romana y medieval.
Los orígenes del castillo son imprecisos dentro de la dominación musulmana, pero la forma y basamento de sus murallas, de metro y medio de espesor, son de indudable origen militar pese a opiniones discordantes. No podía ser otro su origen teniendo en cuenta su privilegiada situación defensiva por sus laderas escarpadas, solo accesibles medianamente por el lado sureste, añadiendo el hecho de que la presencia humana en el lugar que ocupa no tuvo interrupción a lo largo de la historia. Aunque en la reciente restauración no le han sido restituidas las almenas que se conservaron hasta principios del siglo pasado, en una fotografía de la época se aprecia con toda nitidez su estilo árabe.
Hacia el año 1466 se acometió una restauración a fondo a instancias del señor del lugar, Don Juan Ruiz Dávalos, que le cambió varios de sus elementos primitivos al dotarle de una capilla en honor de Santa Bárbara, donde todos los años por su festividad subían los vecinos de Cox a oír la Santa Misa.
Más tarde, en 1672, experimentó otro tipo de obras y reformas, igualmente por iniciativa de los sucesores de Ruiz Dávalos, en cuya realización intervinieron los maestros de obras Lluis Cerdá, del Lugar de La Granja; Gregori Valera, de la villa de Callosa; Jaume de Roda, de la ciudad de Orihuela y Joan Ferrándes, del Lugar de Cox.
En el siglo XVIII se hicieron obras en el Vía creando un acceso más fácil al castillo. Según Montesinos, que lo visitó hacia el año 1795, éste contaba con fuertes calabozos o mazmorras cavados en la peña, donde servían de prisión "a los reos de consideración o peligro". Así mismo este autor escribió que el recinto disponía de "almenas, garitas y miradores". Por lo tanto, se hallaba en buen estado de conservación.
Fray Pablo Manuel Ortega, que visitó su recinto en 1778, dijo al respecto: "Cox tiene un castillo que se conserva muy entero, con la particular circunstancia de ser uno de los que se exceptuaron - de orden especial del monarca (Felipe) - de ser arruinado y demolido en el Reino de Valencia - efecto de las turbulencias que tanto dieron que llorar en los primeros años de este siglo, en atención a la gran fidelidad con que se portó su dueño".
Datado de principios del siglo XVII fue construido por los castellanos cuando se produjo la repoblación de Cox por lo que se puede decir que es un molino de corte manchego o vinculado a las formas típicas de la mancha.
La propiedad estaba vinculada al Señorío de Cox, por ser los señores de la localidad los propietarios de las tierras donde se levantaba esta singular construcción.
Después de varios siglos de uso fue remodelado en su uso. Se construyo un pozo bajo él y se utilizo el mecanismo propio del molino para la extracción de aguas y para el regadío del denominado "Huerto del Marques" pues este era el titular de la propiedad y no contaba con derechos de regadío necesarios.
El antiguo molino harinero de la localidad es un elemento muy significativo por dos razones, por ser uno de los pocos que se encuentran en la zona de la Vega Baja y por ser uno de los pocos "molinos macho" de toda España.
Es su principal característica sus grandes dimensiones, mide 8,7 metros de exterior y 8,8 metros de altura teniendo un diámetro interior de 6 metros, y por eso se le denomina "Molino Macho".
Estaba ubicado en la falda de la montaña un emplazamiento idóneo para recibir los vientos. Pero debido al crecimiento demográfico el siglo XIX el molino ha quedado emplazado en el interior de la población e incluso se construyó una vivienda adosada a este y es así como lo pedemos encontrar hoy en día.
Este molino tan singular consta de tres plantas, la planta más alta la ocupaba la maquinaría del molino, la planta intermedia era donde se cernía la harina, es decir donde se clasificaban las distintas calidades de la harina según su composición de las más rústicas de peor calidad hasta las más finas de máxima calidad.
La planta baja del molino se usaba para el almacenaje de los sacos de harina y del grano.
Las aspas eran elaboradas de una lona resistente y se desplegaban o recibían según las necesidades de la molienda o la intensidad del viento.
El museo “Villa de Cox” es el resultado de un proyecto desarrollado a lo argo de varios años que pretende recuperar el patrimonio cultural, histórico, artístico y arqueológico de la Villa de Cox para proporcionar una visión más completa posible del devenir histórico de nuestro pueblo al tiempo que sirve para difundirlo y protegerlo.
Este proyecto engloba varias secciones como son:
Arqueología; representada por los materiales recuperados en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el Castillo de Santa Barbara de Cox, durante los años 90 del pasado siglo XX, con motivo de la restauración de dicho castillo. Con la que, se consiguió recuperar información imprescindible, para el estudio de los orígenes y evolución de la población, a través sobre todo, de material casi exclusivamente cerámico. Cronológicamente, este grupo representa una completa sucesión de las etapas culturales a lo largo de la historia: desde los tiempos prehistóricos, pasando por las etapas ibérica, romana, islámica, bajomedieval y moderna hasta llegar, prácticamente, hasta nuestros días.
Historia; representada por documentos y gráficos oficiales, institucionales, y personales (testamentos, fotografías, cartas,…), a través de los cuales se han podido recuperar parte de la historia de Cox.
Arte; representada por elementos de distintas manifestaciones artísticas, desde la pintura hasta la talla de piedra o el trabajo en forja y que van unidas al devenir de la historia del pueblo.
Para finalizar con la sección de Etnología, representada por los materiales expuestos en el “Museo- Molino de Cox”, ubicado en un antiguo molino harinero del siglo XVII, y que están relacionados con una de las actividades económicas mas representativas de Cox “la huerta, su agricultura y forma de vida”, tan característica en estra zona de la Vega Baja del Segura.
El Museo Etnológico de Cox contiene una amplia colección dedicada a la vida y costumbres agrícolas y ganaderas de nuestra población. Así podemos ver en la planta baja una colección de aperos y arreos que fueron utilizados por nuestros antepasados en las labores de la huerta o del campo, siendo ambos unos de los más fértiles y productivos de la Vega Baja.
En esta primera sala nos encontramos con diferentes arados, arreos para bestias y piezas vinculadas al laboreo y tratamiento del cáñamo, cultivo importantísimo en la primera mitad del siglo XX para toda esta zona.
En la segunda planta de este museo encontraremos una ambientación de los hogares y trabajos de la época, con elementos pertenecientes a la vida cotidiana de las casas, así como herramientas pertenecientes a diferentes actividades industriales. Esta sala expositiva contiene una colección de fotografías que ilustran las donaciones recibidas a fin de comprender mejor el uso y manejo de éstas.
Las fiestas de San Juan Bautista patrón de Cox se desarrollan durante la noche del solsticio de verano 24 de Junio. Tradicionalmente se viene construyendo una falla que se planta en una zona de la localidad y esta noche mágica se quema la falla, tradición basada el las hogueras des Alicante.
Cada año el día de la fiesta del Pilar se celebra en Cox una romería y una misa de campaña en la Square del Pilar.
La imagen de la Virgen del Pilar viaja desde la iglesia hasta la plaza que lleva su nombre, toda la localidad en romería acompaña a esta imagen. Una vez instalada la imagen en el centro de la plaza se desarrolla una misa de campaña.
En localidad de Cox es motivo de una gran romería en su honor el día 15 de mayo de cada año. El ella toda la población acompaña a este santo patrón de los agricultores hasta su ermita en la falda de la montaña. San isidro Labrador tradición que se remonta a partir de los años 40 esta imagen fue donada por la Cámara Agraria en los años de la posguerra.
Durante la jornada se celebra la misa en su templo así como las tradicionales jotas en honor del santo.
Como antigua patrona de la localidad la Virgen de las Virtudes ocupa un lugar especial entre las fiestas que se celebran cada año en nuestra localidad. Su festividad es el día 8 de Septiembre y en honor a ella se hacen misa, procesión y gran verbena nocturna en el barrio el cual lleva su nombre.
La devoción a nuestra señora de la Virtudes se remonta a la época medieval siendo una de las advocaciones marianas más antiguas de la Vega Baja.
Todos los meses de julio en esta población de Cox se convierte en el corazón de la Vega Baja, con las impresionantes ferias y fiestas en honor a Nuestra Señora del Carmen que aquí se celebran desde tiempo inmemorial. La comisión de fiestas lleva a cabo un singular y ambicioso programa que se lleva a cabo gracias al entusiasmo de todos los vecinos.
El santuario de Nuestra Patrona y la plaza del Convento reciben multitud de visitantes que se desplazan hasta este pueblo para compartir con nosotros las fiestas.
Las fiestas se celebran del 13 al 18 de este mes. Todos los días amanece con volteo general de campanas y con inmensa cohetería; recorren las calles la dulzaina y el tamboril acompañados de los tradicionales cabezudos.
Así mismo, al atardecer recorren las calles del pueblo nuestra banda de música "La Armónica", como presagio de los actos que tendrán lugar en el anochecer.
El día 13 de julio, en el Real de la Feria tiene lugar la coronación de las reinas y damas. Tras la coronación de las mismas tiene lugar el pregón de fiestas.
El día 14 como uno de los actos más relevantes se puede disfrutar de la gran ciclista que se celebra desde 1940.
El día 15 tiene lugar un acto emblemático de nuestras fiestas; le gran desfile protagonizado por nuestras comparsas de moros y cristianos, junto con las carrozas en las cuales podemos contemplar la belleza de nuestras reinas y damas.
More InformationEl día 16 Cox amanece con "la despertá" de nuestros auroros, el volteo general de campanas y el gran castillo de fuegos artificiales con atronadoras explosiones de carcasas cohetes y tracas que anunciaban el día grande de Nuestra Patrona amantísima. Las misas en el santuario comienzan a partir de la seis de la mañana, a las doce se celebra la solemne Misa Mayor a la cual asisten la Mayordomía del Carmen así como las autoridades civiles de la localidad. A las nueve de la noche sale, como cada año desde tiempo inmemorable, la patrona dignísima de Cox. Y es portada por un nutrido cuerpo de costaleros en un trono de talla dorado. A la misma asisten miles de alumbrantes de todos los contornos de nuestra comarca que vienen a rendir honores a los pies de Nuestra Señora. Al finalizar la procesión los fuegos artificiales iluminan el cielo de nuestro glorioso pueblo sirviendo de colofón a este gran día.
Pasando ya el ecuador de nuestras fiestas el día 17 las comparsas de moros y cristianos vuelven a alegrar nuestras calles con una cómica charanga.
Para finalizar las celebraciones tiene lugar en el real de la feria un concierto el día 18.
A día de hoy no tenemos fecha concreta de los orígenes de la Semana Santa de Cox. Nuestra historia la tenemos que basar en la comparación con otras Semanas Santas de la comarca. En estas localidades, como posiblemente sucediese en Cox, fue la llegada de alguna orden religiosa la que promoviese o impulsase la devoción a La Pasión de Cristo sacándola de los templos y escenificándola en las calles.
Tras el Concilio de Trento (1545-1563), la Iglesia alienta este tipo de manifestaciones religiosas con el fin de evangelizar al pueblo llano. Cox no podía ser menos, posiblemente sería con la llegada de la orden de los Carmelitas Calzados, en 1611, a la ermita de Nuestra Señora de las Virtudes, los que fomentaran la representación de la Pasión de Cristo en nuestras calles.
La actual cofradía de la Cruz Penitencial es la heredera de aquella primera procesión. Un hombre ataviado con una túnica morada salía por las calles llevando la cruz a cuestas y rememorando las tres caídas en la Vía Dolorosa. Penitentes con velas acompañaban el cortejo. Otras poblaciones de la Vega Baja hasta hace poco mantenían esta tradición: Callosa de Segura, Albatera, Rojales...etc. pero son Granja de Rocamora junto con Cox las únicas poblaciones que en la actualidad la conservan. En el siglo XVIII ya encontramos en Cox la imagen de la Virgen de los Dolores. Este interesante busto recibía culto en la capilla doméstica de la casona propiedad de la familia Guillen-Egea. Está era la imagen que durante el Septenario de los Dolores presidía el altar mayor de la iglesia parroquial. Durante este siglo y el XIX se fundaron otras cofradías.
En la Publicación decimonónica "España Mariana" Manuel Cuenca Marco, deja constancia escrita de la existencia en Cox de imágenes procesionales, así hace alusión a la Dolorosa de vestir y a la imagen de la Virgen de la Soledad que junto con el Cristo yacente participarían en la procesión del Santo Entierro.
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